La creación de empleo en Argentina es un camino de espinas. En el amanecer de este jueves, un desalojo que incluyó gases lacrimógenos puso fin a la ocupación obrera de una planta que la multinacional PepsiCo cerró el pasado 20 de junio en las afueras de Buenos Aires. La empresa alegó que pretende trasladar la producción en la ciudad de Mar del Plata (a 400 kilómetros de Buenos Aires). La veintena de manifestantes que resistieron en el lugar reclamaban la continuidad laboral de unos 536 trabajadores, según la empresa, más de 600, según los obreros, cuando un número similar de policías inició el desalojo.
Desde muy temprano en la mañana, la zona de la planta ubicada en Vicente López, un barrio de casas bajas de clase media al norte de la ciudad de Buenos Aires, estuvo repleta de policías. El operativo movilizó a unos 500 efectivos con carros hidrantes, dispuesto para hacer efectiva la orden de desalojo impartida por la justicia. En el lugar también se hicieron presentes algunos representantes de base de las fábricas aledañas, diputados nacionales y medios de prensa. También se levantaron barricadas en las calles, acompañadas de quema de neumáticos y contenedores de basura.
Poco antes de las 10 de la mañana se inició el ingreso de la fuerza a la planta, donde PepsiCo fabricaba snacks salados. Los policías derribaron puertas y abrieron portones vehiculares por la fuerza. En el intento, los efectivos rompieron un caño de gas y provocaron una importante fuga. Los trabajadores, unos veinte que hacían guardia nocturna de una ocupación que llevaba casi tres semanas. “Entraron rompiendo vidrios, puertas y ventanas, con palos y gases lacrimógenos. Nos amenazaron”, relató desde adentro de la fábrica Camilo Mones, uno de los delegados de los empleados despedidos.
“Peleamos hasta el final. Nos sacaron, pero la lucha va a seguir. Esto no se termina acá”. “Sólo queríamos negociar. Pedíamos trabajo y nos rompieron la cabeza”, advirtió el delegado, uno de los que pidió la presencia de legisladores como garantía para abandonar el lugar. “En la desesperación, hubo compañeros que se pusieron al borde de la terraza pero la policía igual siguió avanzando, no les importó nada”, contó Mones, quien responsabilizó de la represión a “la gobernadora (María Eugenia) Vidal, porque el 70% del personal son mujeres”.
La firma, mediante un comunicado emitido durante el desalojo, lamentó el cierre pero aclaró que nunca consideró reabrir la operación en la planta”. “Las razones del cierre incluyen su localización en un barrio residencial con la consiguiente imposibilidad de ampliación ni modernización; la inviabilidad económica derivada de su alta estructura de costos; y las dificultades logísticas de acceso y traslados”, dijo la empresa. “Se contactó a cada una de las 536 personas que se han visto impactadas por el cierre. Se ha invitado a cada uno de ellos a reunirse de manera personal mientras continúa pagando a todos sus haberes y aguinaldos hasta el 31 de julio. En estas reuniones se les está explicando la situación irreversible del cierre y se brinda información personalizada sobre el acuerdo alcanzado con la representación sindical”, agregó.
Quien también habló fue la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley: “El ministro de Trabajo se está ocupando hace tiempo, está trabajando como en todos los casos cuando sucede esto, está trabajando el Estado para que esto salga de la mejor manera”. Trabajo puso en marcha el Programa de Transformación Productiva, destinado las empresas que cambian sus procesos productivos. Gastón Larramendi, el fiscal que pidió el operativo de desalojo, dijo que “la petición de desalojo no se fundamentó en las circunstancias de la ocupación”. “El día 16 de junio (los directivos) advierten la decisión de mudar la planta por cuestiones operativas a la ciudad de Mar del Plata y le informaron a los trabajadores que le seguirán pagando el sueldo hasta que lleguen a un acuerdo”. “Los directivos dijeron no querer el desalojo, habida cuenta que habían iniciado una ronda de negociación con los trabajadores, tengo entendido que les ofrecían la indemnización o la mudanza a Mar del Plata”, indicó.
Por la tarde de este jueves, los trabajadores se movilizarán junto a las Madres de Plaza de Mayo en su tradicional ronda de los jueves frente a la Casa Rosada, al tiempo que criticaron la falta de apoyo del secretario general del Sindicato de la Alimentación, Rodolfo Daer, hermano de uno de los integrantes del triunvirato que dirige la Confederación General del Trabajo (CGT). El dirigente gremial había señalado “el sectarismo de la comisión interna que se fue aislando del cuerpo de la fábrica” y argumentó que “en todas las audiencias en presencia de comisión interna siempre se rechazó el cierre del establecimiento y se pidió la reapertura. Hicimos una movilización en la cual la comisión interna no participó”. Según la agencia oficial de estadísticas (Indec) la tasa de desocupación en Argentina subió a 9,2% en el primer trimestre de 2017.