Corría el año 1999 cuando una noticia sacudió al mundo empresarial y financiero de Argentina: la firma española Repsol se hacía con el 97.81% de los activos de YPF, la primera refinería verticalmente integrada del mundo, orgullo de un país que a pesar de tener en sus manos la matriz energética, casi nunca atinó a desarrollar su industria pesada. La transacción generó una gran conmoción en la opinión pública argentina, que por esos días asistía a un inédito desguace de las empresas públicas, con las ventas de Aerolíneas Argentinas, las compañías de correos, telefónicas y las redes de distribución de gas, agua y energía, entre otras cosas. Uno de los afectados por la venta de la petrolera fue Marcos Galperín, un joven de 28 años que por esos años ya había cursado un master en administración de empresas en la escuela de negocios de la Universidad de Stanford y que vio en su propia crisis personal (y colectiva) una oportunidad “para que la gente pruebe algo nuevo”.
Bajo ese precepto Galperín desarrolló la plataforma de e-commerce Mercado Libre, un monstruo digital que hoy cuenta con más de 180 millones de usuarios registrados y que esta semana se ha convertido en la primera firma argentina que cotiza en el índice Nasdaq, ocupando el lugar dejado por otro gigante: la emblemática Yahoo, comprada por la telefónica Verizon.
“La salida al Nasdaq es de alguna manera un hito, porque no solamente representa el ingreso de Mercado Libre a un grupo donde hay empresas que para nosotros fueron una inspiración sino también porque el ingreso se produce por la salida de Yahoo, una empresa muy representativa de los que es la innovación disruptiva del capitalismo y que hace 18 años, cuando empezamos, era tal vez la más poderosa del mundo de internet hacia el consumidor y tenía más reconocimiento y liderazgo que Google y Facebook juntas hoy”, reconoce el propio Galperín en diálogo con EL PAÍS.
La capitalización bursatil de Mercado Libre difundida por Nasdaq es de 12.400 millones de dólares, números nada despreciables en un contexto en el que la firma enfrenta el desembarco en la región de la competencia global a gran escala, a pesar de que el comercio electrónico todavía no ha podido superar la barrera del 5% del total del comercio en América Latina.
El cierre de la primera jornada de MELI, según el símbolo con el que se lo identifica, en el selecto grupo de industrias de tecnología, telecomunicaciones y biotecnología ha sido auspicioso, con una suba de 4,13% equivalente a 10,87 unidades que le permiten superar al promedio de las acciones del indicador. Los números coinciden con otros guarismos positivos, los que indican que en el primer trimestre de 2017 se negociaron por la plataforma unos 53.200 millones de dólares, un 38,6% más que en el mismo período de 2016. Además, la cantidad de transacciones realizadas a través de la herramienta Mercado Pago se incrementaron un 60,1% año contra año alcanzando las 44.100 millones de operaciones.
El ingreso a Nasdaq en lugar de Yahoo “es una clara advertencia de que, a diferencia de otras industrias, donde siempre son los mismos jugadores, en el mundo de la tecnología, en el momento en el que uno para de innovar y tomar riesgos, rápidamente pierde liderazgo y relevancia. Eso es una fuerte señal de que tenemos que seguir en el camino que nos hizo llegar hasta acá: el de innovar, tomar riesgos, apostar a largo plazo, formar equipos y nunca parar de pensar en el usuario consumidor”, afirma Galperín, quien prevé llevar a 4.700 sus empleos directos a fines de este año, más allá de las 380.000 personas en la región cuya principal fuente de ingresos proviene de la venta de artículos y servicios vía Mercado Libre.
“El comercio electrónico continúa representando menos del 5% del total del comercio en América Latina, con lo cual es mucho más relevante las innovaciones y las mejoras que hacemos a nuestras plataformas, app y sitios web que si la economía crece o cae 2%”, responde el empresario de 45 años al ser consultado sobre el impacto de la coyuntura económica en el negocio. “Una prueba de eso es Brasil, que viene de casi tres años de recesiones y el año pasado crecimos en ese país más del 60% en moneda local. En general, es muy difícil discernir cuanto de nuestro crecimiento viene por el comportamiento de la economía o porque cada vez más gente está migrando hacia la compra online, que son más prácticas y más eficientes”, completa.
En la actualidad, Mercado Libre se ha convertido en la compañía más preciada de Argentina, y su valor de mercado supera a los 10.000 millones de dólares de YPF, considerada la empresa más grande del país. “No tengo dudas de que, si Argentina sigue el camino en el cual está, es cuestión de tiempo para que tenga mejores calificaciones, primero como mercado emergente y eventualmente de mercado apto para la inversión. Es una cuestión de tiempo y perseverar en el camino de más democracia, más república, más apertura hacia el mundo, más integración con los países vecinos y más respeto a la propiedad privada”, finaliza el empresario.