La decisión del presidente echa al traste su primer viaje a Latinoamérica
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha decidido suspender su viaje a la Cumbre de las Américas y a Colombia ante la inminencia de un ataque al régimen sirio. La visita a Lima, prevista para este viernes y sábado, era su primer viaje a Latinoamérica, una región ante la que Trump ha mostrado escaso interés y donde su popularidad ha tocado mínimos históricos. “El presidente permanecerá en los Estados Unidos para supervisar la respuesta americana a Siria y controlar los desarrollos alrededor del mundo”, señaló en un comunicado la Casa Blanca
La decisión de quedarse en Washington es un indicador de que Trump va a optar por la respuesta militar al brutal ataque del sábado pasado a Duma. La agresión, que acabó con la vida de al menos 49 civiles, fue supuestamente perpetrada con armas químicas por las tropas de Bachar el Asad. Aunque Moscú y Damasco han desmentido su participación, el presidente de EEUU la ha entendido como un desafío a la línea roja que trazó hace un año, cuando ante una matanza similar del régimen sirio, arrasó con 59 misiles Tomahawk la base aérea de Shayrat, en la ciudad de Homs.
Aquella intervención fue unilateral y por sorpresa. Ahora, Trump ha buscado un fórmula más compleja. Lo primero ha sido preparar el terreno con sucesivas declaraciones. El domingo acusó a El Asad de la matanza, responsabilizó a Putin por apoyarla y aseguró que Siria iba a pagar un “alto precio”. El lunes dio un paso más y afirmó: “Esto es algo que afecta a la humanidad y no podemos consentirlo”. Hoy, ha suspendido su viaje a la Lima.
Junto a esta escalada, Trump, un devoto de la escenografía bélica, ha puesto plazo a su decisión. El lunes se dio de 24 a 48 horas para acordar una respuesta. Con el reloj en cuenta atrás, ha convocado al Consejo de Seguridad de la ONU y ha recabado el apoyo de sus socios. Tanto Francia como el Reino Unido han mostrado su respaldo a una acción militar.
Solo la posibilidad de que Rusia permita en el Consejo de Seguridad la creación de una comisión de investigación independiente que determine qué ocurrió en Duma podría frenar la sacudida. Pero ni ese recurso parece a esta altura suficiente. El gesto de Trump, echando al traste su asistencia a la cumbre, indica que la decisión está muy madurada.